lunes, 14 de septiembre de 2015

CALIDAD EDUCATIVA EN VENEZUELA

 Francisco Torrealba
C.I.: 16.736.897

El dinamismo de la historia hace que la misma tenga un flujo incesante e ininterrumpido de ideas, corrientes de pensamientos, concepciones del mundo, paradigmas, teorías, hipótesis, entre otros, que dan a cada época un matiz único e irrepetible, haciendo de la trayectoria humana todo un mosaico compacto, donde cada momento de la historia posea un gran valor sin menoscabar ninguno de los momentos que le han precedido o de los que le seguirán en la posteridad, sino que más bien  se complementan y corrigen mutuamente.
Esta diversidad que posee y mantendrá la historia ha incidido en todos los ambientes humanos, educativos y académicos que no ha sido la excepción viéndose afectados en todos los sentidos por esta realidad maravillosa, y por tal motivo dicho ámbito se ha tenido que adaptarse y amoldarse a las necesidades de cada época, sociedad y cultura para no sólo brindar educación, sino una educación que sea eficiente y de calidad.
En la actualidad,  Venezuela se encuentra viviendo muchos cambios en todos los ámbitos, pero en este escrito se quiere fijar la atención en el ambiente académico, puesto que desde hace más de un año se viene hablando en dicho ámbito de cómo hacer para que la calidad de la educación académica sea cada vez más y mejor. Pero, ¿en qué consiste la calidad de la educación? Antes de responder a la interrogante es preciso recordar y afianzar unos términos comunes a todos pero que no está demás hacerlo.
Cuando se usa el término educación siempre se refiere la enseñanza intencionada a niños o adolescentes y adultos, véase cualquier definición de la misma en cualquier diccionario de español. Y es que prácticamente este vocablo lo ha adoptado de manera exclusiva el ámbito académico, quedando por tanto que educación es todo aquel cúmulo de experiencias y procesos de enseñanza y aprendizaje que se dan en un ambiente favorable para inculcar una determinada forma de analizar, pensar y describir el mundo en los niños y jóvenes. Está claro que en la actualidad hay módulos para la educación de adultos también que caben dentro de esta concepción.
El otro término que está en juego es el de calidad. La Real Academia Española lo define como el conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor, es decir, al usar este término es para describir las características que poseen algo o alguien y prácticamente siempre en todo positivo. Por tanto, hablar de calidad es, en este ambiente, hablar de bueno o de superioridad. Se puede decir que se habla de excelencia y bien hecho.
Ahora bien, el constructo calidad de la educación se refiere a las propiedades que tiene la educación académica y cómo hacer para reforzarlas y que cada día vayan siendo mejores. Por este motivo y bajo esta inquietud ha empezado en Venezuela una consulta a nivel nacional para revisar cómo está la educación Venezolana partiendo de la infraestructura hasta los contenidos que se imparten y al mismo tiempo qué propuestas hay de parte de los principales actores que participan de la educación. Cabe destacar que en esta propuesta participaron tanto estudiantes como docentes, e incluso representantes, o bueno pudieron haber participado todos los que lo quería, ya que fue algo público y abierto. Y de esta consulta se espera que surjan cambios significativos en lo que a educación se refiere.
En este breve escrito se quiere hacer énfasis en algunas cosas que se deberían dar para que realmente se dé una educación de calidad. Lo primero que se debe tener en cuenta es que no necesariamente cantidad sea igual de calidad, porque en los últimos años en Venezuela se le da mucha importancia que hay un incremento creciente en las matrículas académicas, sobre todo en la universitaria, hasta el punto de decir con estadísticas que se está entre los primeros países en cuanto a mayor número de matrícula estudiantil. Lo que realmente se debe preguntar es que si hay la exigencia necesaria en todo ese proceso de prosecución escolar, porque de nada vale tener el mayor número de matrícula estudiantil a nivel mundial, si esa matrícula no ha sido seleccionada con la exigencias debidas al caso.
Otra cosa que se debe tener en cuenta es la calidad de la infraestructura en las que se imparte la educación. Muchas de las instituciones, tanto públicas como privadas, no poseen las comodidades mínimas para que los estudiantes y profesores posean un clima agradable donde se pueda dar efectivamente el proceso de enseñanza y aprendizaje. Aunque esto es meramente material se tiene que dar, porque un buen ambiente de estudio asegura que se les pueda exigir muchas cosas a los estudiantes que hoy por hoy no se hacen, como por ejemplo ¿cómo les puede exigir un docente a sus estudiantes orden y limpieza si el salón está sucio y desarreglado? Son detalles pero todo el mundo sabe que una gran obra se compone de miles de detalles.
Otra reflexión que hay que acotar es que gran parte de la calidad educativa de un país depende de los formadores, profesores, docentes o maestros, ya que ellos, quiéranlo o no, transmiten más que conocimientos. Ellos son formadores y sin querer o intencionadamente dan un forma específica a sus estudiante, no sólo con sus palabras sino con el ejemplo. De este modo se hace imperioso que el que sea docente lo sea por convicción y no por simple casualidad. En este punto tanto el estado como todos los entes correspondientes deben hacer todo lo necesario para que los profesionales de la docencia primeramente sean bien formados en este arte, y luego que se mantenga un permanente seguimiento en su formación para que su motivación sea siempre en positivo y no se les deje desanimar por cualquier circunstancia de la vida.
Para finalizar, es preciso decir que hablar de la calidad de la Educación de un país es más que hacer estadísticas y formar programas o hacer cálculos. Este tema lleva consigo hablar del futuro de una nación, porque como sea la educación de los niños, adolescentes y jóvenes de una nación, así será la misma en unos cuantos años venideros.