CALIDAD
EDUCATIVA EN VENEZUELA
Francisco Torrealba
C.I.: 16.736.897
El dinamismo de la historia hace que la
misma tenga un flujo incesante e ininterrumpido de ideas, corrientes de pensamientos,
concepciones del mundo, paradigmas, teorías, hipótesis, entre otros, que dan a
cada época un matiz único e irrepetible, haciendo de la trayectoria humana todo
un mosaico compacto, donde cada momento de la historia posea un gran valor sin
menoscabar ninguno de los momentos que le han precedido o de los que le
seguirán en la posteridad, sino que más bien
se complementan y corrigen mutuamente.
Esta diversidad que posee y mantendrá
la historia ha incidido en todos los ambientes humanos, educativos y académicos
que no ha sido la excepción viéndose afectados en todos los sentidos por esta
realidad maravillosa, y por tal motivo dicho ámbito se ha tenido que adaptarse
y amoldarse a las necesidades de cada época, sociedad y cultura para no sólo
brindar educación, sino una educación que sea eficiente y de calidad.
En la actualidad, Venezuela se encuentra viviendo muchos cambios
en todos los ámbitos, pero en este escrito se quiere fijar la atención en el
ambiente académico, puesto que desde hace más de un año se viene hablando en
dicho ámbito de cómo hacer para que la calidad de la educación académica sea
cada vez más y mejor. Pero, ¿en qué consiste la calidad de la educación? Antes
de responder a la interrogante es preciso recordar y afianzar unos términos
comunes a todos pero que no está demás hacerlo.
Cuando se usa el término educación
siempre se refiere la enseñanza intencionada a niños o adolescentes y adultos,
véase cualquier definición de la misma en cualquier diccionario de español. Y
es que prácticamente este vocablo lo ha adoptado de manera exclusiva el ámbito
académico, quedando por tanto que educación es todo aquel cúmulo de
experiencias y procesos de enseñanza y aprendizaje que se dan en un ambiente
favorable para inculcar una determinada forma de analizar, pensar y describir
el mundo en los niños y jóvenes. Está claro que en la actualidad hay módulos
para la educación de adultos también que caben dentro de esta concepción.
El otro término que está en juego es el
de calidad. La Real Academia Española lo define como el conjunto de propiedades
inherentes a algo, que permiten juzgar su valor, es decir, al usar este término
es para describir las características que poseen algo o alguien y prácticamente
siempre en todo positivo. Por tanto, hablar de calidad es, en este ambiente,
hablar de bueno o de superioridad. Se puede decir que se habla de excelencia y
bien hecho.
Ahora bien, el constructo calidad de la
educación se refiere a las propiedades que tiene la educación académica y cómo
hacer para reforzarlas y que cada día vayan siendo mejores. Por este motivo y
bajo esta inquietud ha empezado en Venezuela una consulta a nivel nacional para
revisar cómo está la educación Venezolana partiendo de la infraestructura hasta
los contenidos que se imparten y al mismo tiempo qué propuestas hay de parte de
los principales actores que participan de la educación. Cabe destacar que en
esta propuesta participaron tanto estudiantes como docentes, e incluso
representantes, o bueno pudieron haber participado todos los que lo quería, ya
que fue algo público y abierto. Y de esta consulta se espera que surjan cambios
significativos en lo que a educación se refiere.
En este breve escrito se quiere hacer
énfasis en algunas cosas que se deberían dar para que realmente se dé una
educación de calidad. Lo primero que se debe tener en cuenta es que no
necesariamente cantidad sea igual de calidad, porque en los últimos años en
Venezuela se le da mucha importancia que hay un incremento creciente en las
matrículas académicas, sobre todo en la universitaria, hasta el punto de decir
con estadísticas que se está entre los primeros países en cuanto a mayor número
de matrícula estudiantil. Lo que realmente se debe preguntar es que si hay la
exigencia necesaria en todo ese proceso de prosecución escolar, porque de nada
vale tener el mayor número de matrícula estudiantil a nivel mundial, si esa
matrícula no ha sido seleccionada con la exigencias debidas al caso.
Otra cosa que se debe tener en cuenta
es la calidad de la infraestructura en las que se imparte la educación. Muchas
de las instituciones, tanto públicas como privadas, no poseen las comodidades
mínimas para que los estudiantes y profesores posean un clima agradable donde
se pueda dar efectivamente el proceso de enseñanza y aprendizaje. Aunque esto
es meramente material se tiene que dar, porque un buen ambiente de estudio
asegura que se les pueda exigir muchas cosas a los estudiantes que hoy por hoy
no se hacen, como por ejemplo ¿cómo les puede exigir un docente a sus
estudiantes orden y limpieza si el salón está sucio y desarreglado? Son
detalles pero todo el mundo sabe que una gran obra se compone de miles de
detalles.
Otra reflexión que hay que acotar es
que gran parte de la calidad educativa de un país depende de los formadores,
profesores, docentes o maestros, ya que ellos, quiéranlo o no, transmiten más
que conocimientos. Ellos son formadores y sin querer o intencionadamente dan un
forma específica a sus estudiante, no sólo con sus palabras sino con el
ejemplo. De este modo se hace imperioso que el que sea docente lo sea por
convicción y no por simple casualidad. En este punto tanto el estado como todos
los entes correspondientes deben hacer todo lo necesario para que los
profesionales de la docencia primeramente sean bien formados en este arte, y
luego que se mantenga un permanente seguimiento en su formación para que su
motivación sea siempre en positivo y no se les deje desanimar por cualquier
circunstancia de la vida.
Para finalizar, es preciso decir que
hablar de la calidad de la Educación de un país es más que hacer estadísticas y
formar programas o hacer cálculos. Este tema lleva consigo hablar del futuro de
una nación, porque como sea la educación de los niños, adolescentes y jóvenes
de una nación, así será la misma en unos cuantos años venideros.