Marcial
Torrealba: EL CAMPO Y LA CIUDAD
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Francisco
Torrealba C.I. 16.736.897
fjtorrealba@gmail.com
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Introducción
En el marco del curso de Ética y Docencia del PAENA dictado
en la UPEL-IPB se acordó elaborar una serie de entrevistas a personas que de
una u otra manera han influido en influyen en el desarrollo de su comunidad de
una manera particular. En este caso se entrevistó a un productor agrícola con
la finalidad de conocer un poco su visión de las cosas, qué trabajo realiza,
cómo lo realiza. Ha parecido pertinente hacer una entrevista o conversatorio
con esta persona es una referencia particular en su caserío y como se verá más
adelante posee una visión particular de conceptos que importan mucho en la
sociedad actual. Es de pocas palabras y por tal motivo se hará un texto más
acomodado a la prosa pero sin menoscabar la idea principal de la entrevista.
Entrevista
En un breve conversatorio que se tuvo con Marcial Antonio
Peralta, agricultor de 53 años de edad se conversó primeramente de su vida. Él
nació y se crió en Cerro Hueso, un caserío de Cubiro, hermosa población del
estado Lara. Allí ha vivido sus 53 años ininterrumpidamente. Al preguntársele
sobre qué personas influyeron en su infancia respondió sin titubear: “Mis
padres, sin duda”, y dicha expresión la dijo con cierto aire de alegría. Cabe
acotar que sus progenitores ya murieron, su padre cuando tenía 17 años y su
madre hace nueve años aproximadamente.
También contó como fue su instrucción escolar, la cual fue
sólo hasta el segundo grado de educación Primaria. Esto se debió un poco a la
cultura que anteriormente se tenía en el campo de que el estudio no importaba
mucho, e incluso de este pequeño caserío muy pocos o nadie en esos años de su
infancia llegaba ir al liceo.
Por tal motivo
ya a los 14 años se encontraba
trabajando en el campo como jornalero (obrero por día) y como productor
agrícola pero a medias con otras personas. Esto lo ha seguido haciendo hasta el
día de hoy, pero ya se ha independizado y está trabajando con dos de sus cuatro
hijos y otras personas con las cuales siembra en conjunto. Él ahora se encarga
de ir más a la ciudad para buscar insumos y buscar compradores para sus
cosechas de papa, cebolla, repollo, tomate, entre otros rubros según sea el
tiempo.
También dedicaba tiempo a preparar tierras con bueyes y
después con tractor, a este último cuando lo trabajaba era de un promedio de 10
a 14 horas al día. Este trabajo ya lo realizan sus hijos, sobre todo uno de
ellos que dedica gran parte de su tiempo a preparar tierras propias y ajenas a
las que siembran para de un modo ayudar a su comunidad. En un principio el
señor Marcial trabajaba con un tractor que era de otro dueño hasta que se
compró uno y es el que actualmente trabaja su hijo.
Se le preguntó que qué quería principalmente para sus hijos
si que trabajaran o que estudiaran, a lo cual contestó: “El estudio
principalmente”. Cabe destacar que el le ha brindado el apoyo a sus cuatro
hijos para que estudien, pero sólo el
primero estudia en la universidad y el último está estudiando su cuarto año. El
segundo y el tercero llegaron hasta el liceo pero ellos mismos decidieron dejar
los estudios para ir a trabajar al campo
con su padre.
Cuando se le pidió su impresión sobre la importancia del
maestro en la comunidad dijo que jugaba un papel muy importante ya que así la
“comunidad sería inteligente”, y no sólo educaba a sus hijos sino que también le
enseñaba al resto del caserío, por eso “debemos portarnos bien con él maestro”,
continuaba diciendo.
En lo que respecta al papel que el entrevistado cumple en la
comunidad contó como el ha participado siempre en la organización del caserío a
nivel de Junta de Vecinos, Asociaciones Civiles o Consejos comunales. Por
momento como representante principal de todos y actualmente como miembro de uno
de los comité del Consejo Comunal. Dice que siempre ha estado “luchando por la
comunidad… a veces solo y otras acompañado, pero siempre por la comunidad”.
Se le preguntó qué le diría los jóvenes de hoy y
primeramente dijo “que debían participar como comunidad. Estudiar. Todo el que
pueda estudiar se le agradece que estudie y el que quiera trabajar la
agricultura que trabaje la agricultura para producir”. También recalcó la
importancia que tiene todo el trabajo del campo para el sustento de la ciudad
ya que todo lo que producen los campesinos llega a la ciudad.
Para finalizar la entrevista se le cuestionó si estaba contento
con su trabajo a lo cual respondió con alegría que sí, porque le ha ido bien y
había ido “prosperando” a lo largo del tiempo. Y de hecho es así, ya que posee
su casa propia, dos carros, un tractor e implementos agrícolas. También dijo
que lo seguirá haciendo hasta que tenga fuerzas ya que es un trabajo necesario
el producir para sustentar a los demás.
CONSIDERACIONES
FINALES
No se puede finalizar este breve escrito sin hacer alguna
consideración. Siempre se ha contrapuesto el campo a la ciudad y este pequeño
texto lleva por nombre “El campo y la ciudad”, porque se quiere ver a esta dos
realidades a la luz de este personaje de la historia actual no como
contrapuestas, sino como complementarias entre sí. El campo aporta
prácticamente el sustento de la comida a la ciudad y la ciudad puede aportar
ciertas comodidades que le ha ido dando la tecnología al campo.
Es importante destacar que también al hablar de campo se
relaciona naturalmente al trabajo y en muchos sitios se ve sólo desde esta
óptica, y esto hace que la mayoría de las personas crezcan sólo con la
posibilidad de trabajar y muy pocos lleguen a estudiar en liceos y mucho menos
en universidades. En cambio cuando se habla de ciudad se refiere a comodidades,
estudio, trabajo más intelectual. Esto condiciona muchas cosas.
Se deja ver en la entrevista como el Señor Marcial Torrealba
a pesar de ser un trabajador desde su adolescencia y de haber tenido poco
contacto con la educación académica, le da importancia principalmente al
estudio y luego al trabajo. Esto se debe destacar porque muy pocos campesinos
le dan importancia al estudiar y por esto colocan a trabajar a sus hijos e
hijas desde muy temprana edad. Al igual hay muchas personas de la ciudad que no
le dan o no le ven la importancia del trabajo en el campo para todos.
De este modo se ve claro como Marcial Torrealba da una
lección de que todo debe tener un equilibrio y todo tiene un puesto muy
importante. Y aunque no se pueda ser todo y hacer de todo hay que aprender a
valorar no sólo lo que uno hace sino lo que todos hacen.
Imágenes
Marcial Torrealba en una de
sus tareas una vez entregada parte de su cosecha de cebolla.
El
señor Marcial Torrealba (Entrevistado) y Francisco (Entrevistador)

