lunes, 14 de septiembre de 2015

Literatura infantil
COLINA   HERNANDEZ YUNIMAR MARIELSIS
 CI: V-24.354.536
yuni_lexi_12_14@hotmail.com



Al comienzo de nuestras vidas necesitamos relacionarnos con el medio y con otras personas, para lo cual  los humanos utilizamos, por  ejemplo el Llanto nuestra forma instintiva y primaria de Comunicación en la que podemos pedir cosas cuando todavía las palabras nos son imposibles de pronunciar, requiriendo alimento cuando tenemos hambre, abrigo cuando padecemos frío o haciendo saber a nuestra familia aquella necesidad, quien es el  Grupo Social Primario que integramos, que nos brinda los cuidados básicos hasta edades avanzadas.
Es así que acorde a nuestro desarrollo comenzamos a hacer uso del Idioma o Lenguaje, y ya no emitimos sonidos irregulares sino que hacemos uso de un Mensaje, teniendo en un extremo de la comunicación al Emisor como punto de partida, el Canal de Comunicación que es la vía por la cual este contenido es difundido (por ejemplo, cuando hablamos, el Lenguaje Oral se propaga en el aire en forma de vibraciones), mientras que por otro lado tenemos al Receptor de este mensaje, que puede ser uno o varios.
Una de las formas de comunicación donde los receptores son muchos es justamente la Literatura, donde el emisor en este caso toma el rol de Autor Literario de la obra en cuestión, mientras que el Receptor es llamado como Lector, siendo el mensaje entonces una Obra Literaria que puede tener una extensión y formato variable. Podemos expresar que la literatura es aquel arte en el que el instrumento utilizado son las palabras, por ende, se trata de obras artísticas que comunican y se expresan a través de las palabras. Se le llama literatura también al conjunto de autores y sus obras que, a través de la historia, han ido aportando obras en las que se expresan vivencias, emociones, conocimientos e ideas. “origen de la escritura no marcó el inicio de la literatura”
Es importante destacar, que existen una gran variedad de Géneros Literarios, siendo estos la forma en la cual podemos realizar Clasificaciones de los distintos relatos dependiendo del contenido o la esencia del mensaje que es difundido, dependiendo de la estructura en cuanto a Argumento, Personajes y Contexto de la narración, encontrándose por ejemplo género lírico que son los textos líricos expresan el mundo subjetivo del autor, sus emociones y sentimientos, o una profunda reflexión, también encontramos el género épico que es el que Relata sucesos que le han ocurrido al protagonista es de carácter sumamente objetivo, por ultimo encontramos el género dramático Obras escritas en forma de diálogo y destinadas a la representación. En ellas el autor plantea conflictos diversos.

Entres aquellos géneros encontrados en la literatura, podemos hallar la literatura infantil quien es dirigía al lector infantil (los niños) teniendo en cuenta que los libros para niños se puede presentar desde antes de nacer o desde la cuna, cuando se coloca en las manos del niño su primer libro o cuando escucha las rimas y nanas que por generaciones cantaron madres y abuelas. La literatura para niños constituye un medio poderoso para la transmisión de la cultura, la integración de las áreas del saber: historia, música, arte, psicología, sociología, etc., el enriquecimiento de los universos conceptuales y la formación en valores. Además, la literatura cumple un papel fundamental en la escuela y el hogar como herramienta que favorece un acercamiento a los procesos de lectura y escritura.

Cabe destacar que, hoy en día podríamos analizar diferentes autores que han realizado sus respectivos estudios, sobre la literatura infantil quienes ellos a veces expresaban que  la Literatura para niño no es jamás la que los escritores escriben, si no la que los niños al leer aceptan y hacen propia, la que eligen o preeligen. Libros literalmente menos que mediadores, y aun ridículas, pueden agradar a aquella edad satisfaciendo sus necesidades sentimentales, Es decir, aunque se escriba para un público en específico puede ser captado por otro tipo de lector.

Es por esto que, existen tantas preguntas una de estas interrogantes es ¿Cuál es el fin de que el niño lea? “El de instruirlo, educarlo y divertirlo”, existen obras que son de carácter formativo, como en la época de la Corte Francesa en la que se escribía únicamente de la moral, las buenas costumbres y los valores que se debían mantener con el tiempo, sin dejar nada para la imaginación. Y que de cualquier manera serian rechazados por los niño a los que le era necesario leerlos por lo tanto no cumplen el fin que se plantea, Entre los factores que conforman el ambiente del niño al que se hace referencia a lo anterior, se encuentra la escuela, que es un pequeño ente que de alguna manera intenta alejar el niño de la sociedad y la realidad que existe. Lo que se busca en la escuela es extraer al niño de la sociedad, dedicándose solamente a enseñar lo bueno y lo correcto que se debe hacer.
La incorporación de la literatura para niños en el aula tiene su fundamento pedagógico en el enfoque del Lenguaje Integral, entre los principios que soportan este enfoque se destaca la utilización de ma­terial de lectura “verdadero” correspondiente a diferentes géneros literarios como poesía, fantasía, ficción y no-fic­ción; estos enriquecen la vida de los niños con variedad de experiencias que ellos disfrutan, y que son significati­vas a sus intereses y necesidades por realizarse en contex­to, en oposición a un enfoque centrado en el desarrollo de destrezas aisladas.
Pero, no es suficiente estimular el interés por la lec­tura, si no se cultiva su gozo. La necesidad de fomentar el placer por la lectura tanto en la educación básica como en la secundaria es urgente, dado el aumento en el tiempo libre de los niños y jóvenes. Saber cómo se lee no tiene sentido al menos que uno lea. Los docentes que valoran esta premisa ofrecen oportunidades y ponen a disposición de los niños la mayor cantidad de literatura escrita para ellos. El aprendizaje de la lectura se logra poniendo al es­colar en contacto con buenos libros. El encuentro entre los niños y los libros en la escuela puede ser de manera crea­tiva constructivista o tradicional conductista. Si se produce una situación creativa, donde cuenta la vida y no la rutina, podrá surgir el gusto por la lectura, con el cual no se nace sino que se forma.

En este sentido, llama la atención que el disfrute hacia la literatura para niños y jóvenes, iniciada en el pre-escolar y primeros grados a través del cuento y la dramatización se interrumpe a medida que se avanza en la escolaridad. Resulta desafortunada la poca dedicación que el aula brinda a este material de lectura durante un período en el cual niños y jóvenes comienzan a leer con mayor independencia, y cuando sus intereses y agrado pueden ser fácilmente cultivados.